Más allá de la tubería, las bombas de agua y la configuración de una instalación contra incendios, hay un componente que sobresale en cada sistema instalado: los rociadores contra incendio.
En un artículo anterior ya hicimos referencia a la tubería de CPVC contra incendio y los casos en los que puede instalarse, cuando hay características de riesgo ligero. Incluso mencionamos algunos requisitos técnicos sobre las distancias admitidas entre rociadores y las especificaciones que un sistema contra incendios debe cumplir, por eso ahora nos enfocaremos en los tipos de rociadores, o aspersores, que hay en el mercado.
En general, los sistemas de tubería contra incendio utilizan el CPVC como el nuevo estándar de material, por esto los aspersores se pueden instalar sin dificultad en conjunto con el termoplástico. Conociendo esto, es útil saber qué tipos existen y en qué situación es recomendable el uso de cada uno.
Pero primero, ¿cómo funcionan los rociadores contra incendios?
Los sistemas contra incendios cuentan con un aspersor que se activa cuando sus válvulas detectan una temperatura máxima predefinida. En ese momento, el aspersor se abre para que el agua fluya como agente extintor y salga del sistema, apagando el fuego.
Los rociadores automáticos, por tanto, funcionan gracias a elementos que responden a una clasificación térmica predeterminada, permitiendo entonces la descarga de agua.
¿Qué tipos de rociadores contra incendios existen?
A grandes rasgos, hay cuatro tipos de rociadores contra incendios:
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Rociadores para sistemas de tuberías húmedas: son los de uso más común, aunque se evita utilizarlos en zonas donde puede haber descensos muy pronunciados de la temperatura ambiental; en ellos las tuberías se llenan de agua a presión y cuando un rociador queda expuesto durante suficiente tiempo a una temperatura igual o superior al límite para el cual está diseñado, un elemento sensible se rompe para permitir que el agua fluya.
- Rociadores para sistemas de tubería seca: se instalan en zonas donde la temperatura ambiental puede causar que el agua del sistema se congele; funcionan con tuberías llenas de aire a presión y válvulas que se abren cuando los sistemas de detección registran una temperatura límite. Esto provoca la purga del sistema y la liberación del agua, por este sistema de acción no funcionan tan rápido en el inicio de un incendio.
- Rociadores para sistemas de diluvio: se llama “de diluvio” a las instalaciones en las que todos los rociadores están abiertos; no cuentan con sensores y funcionan con conexión a un sistema de alarmas que actúa abriendo las válvulas, en este caso la descarga de agua continúa hasta que se cierra manualmente el suministro.
- Rociadores para sistemas de preacción: se utilizan en instalaciones contra incendios de espacios en los que se requiere evitar una activación accidental, los rociadores no cuentan con elementos de detección de calor y es necesaria la activación de 1 o 2 señales en paralelo de los sistemas de detección de incendios a los que se conectan.
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Tipos de rociadores según la norma NFPA 13:
La Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA por su siglas en inglés) establece diferentes nombres para los rociadores existentes en el mercado, de acuerdo con su capacidad de descarga de agua y el área de cobertura que alcanzan:
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Rociador pulverizador: se caracterizan por haber sido probados en diferentes situaciones y demostrar eficacia en instalaciones diseñadas para diferentes riesgos de incendio.
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Pulverizador estándar: son rociadores diseñados para un área máxima de cobertura de 21 m2, que suele ser el área promedio de cobertura máxima de los dispositivos según la normativa NFPA13 en su sección “Requerimientos de instalación” (página 53).
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Rociador abierto: rociadores que no tienen elementos de respuesta al calor, su activación y desactivación es manual.
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Rociador residencial: son rociadores de respuesta rápida diseñados para aumentar las tasas de supervivencia cuando se inicia un incendio.
Aunque existe una amplia variedad de rociadores, la efectividad de un sistema contra incendios depende del correcto funcionamiento de toda la instalación y la integridad de las tuberías por las que fluye el agua como elemento de extinción del fuego.
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