La instalación de un sistema contra incendios en un edificio residencial se realiza a una altura de entre 2.4 y 2.7 metros.
En construcciones tradicionales, la altura estándar es de 2.4 metros, mientras que en edificios modernos, donde el diseño prioriza la amplitud, esta aumenta a 2.7 metros.
En ambos casos, se sigue la "regla de las 18 pulgadas", la cual establece que debe haber al menos esa distancia libre entre los cabezales de los rociadores y cualquier objeto por debajo, garantizando así una correcta aspersión adecuada del agua en caso de incendio.
A continuación, presentamos las recomendaciones sobre la altura ideal para instalar sistemas contra incendios con rociadores, según el tipo de edificación:
Tipo de edificio | Altura del techo (m) | Altura de instalación de los rociadores (m) | Distancia del techo a los rociadores (cm) |
Habitacional | 2.4 - 3 | 2.1 - 2.9 | 2.5 – 30 |
Comercial | 2.7 - 4.5 | 2.4 - 4.4 | 2.5 – 30 |
Uso público | 3 – 7 | 2.7 - 6.9 | 2.5 - 30 |
Industrial | 6 - 12 | 5.1 - 11.7 | 30 - 90 |
En casas y departamentos de uso habitacional, los techos son relativamente bajos (2.40 m – 3 m), en comparación con los de otros tipos de edificaciones.
En estos casos se busca maximizar la cobertura de los rociadores y cumplir los requisitos de seguridad contra incendios.
En edificios comerciales con oficinas, tiendas o restaurantes, la altura del techo suele ser intermedia, algo que influye en el diseño de los sistemas de rociadores. Por esto se consideran:
En edificios de uso público, como hospitales, escuelas o auditorios, la altura del techo varía dependiendo del diseño. En ellos, los requisitos para la instalación de sistemas contra incendios son más estrictos.
Los edificios de uso industrial y los almacenes requieren sistemas de rociadores más robustos, por el uso de maquinaria pesada, la mercancía almacenada y el mayor riesgo de incendio que esto provoca.
La norma NFPA 13 limita la altura de uso de diferentes tipos de rociadores en estructuras de uso industrial y almacenes a 14 metros.
Lo anterior se debe al riesgo de incendio que pueden suponer los materiales almacenados y la posibilidad de que la extinción sea eficaz si se presenta una emergencia. Para estos casos se suelen utilizar rociadores de respuesta rápida o de cobertura extendida.
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