¿Los sistemas de protección contra incendios de CPVC son tan confiables como el acero?

Durante años, los propietarios de edificios y contratistas han confiado en el acero como material estándar para los sistemas de rociadores contra incendios, ya que se piensa que es fuerte, duradero y resiste bien el calor intenso.

Sin embargo, la realidad es que trabajar con el acero es difícil, ya que requiere mucho tiempo para soldar, a menudo está conectado mediante uniones roscadas que pueden ser complicadas de fabricar en el sitio y es propenso a la corrosión. Además, la remodelación de un edificio con un sistema de protección contra incendios de acero requiere desplazar a los ocupantes y puede retrasar los plazos de construcción.

Afortunadamente existen otras opciones. Los sistemas especializados de ingeniería y procesamiento han cambiado drásticamente las capacidades de diferentes materiales, específicamente plásticos. Desde 1984, el policloruro de vinilo clorado (CPVC) ha redefinido lo que se puede esperar de los sistemas de protección contra incendios.

Pero ¿por qué confiar en el CPVC en vez del acero para su próximo proyecto de construcción o remodelación? Nuestra reciente guía “Sistemas Comerciales de Protección Contra Incendios de CPVC comparados con el Acero” compara los dos materiales en seis factores clave. A continuación, hemos resaltado tres de estos factores.

1.    Las tuberías contra incendios de CPVC ahorran dinero

En nuestro Reporte de Ahorros en Costos 2018 del CPVC Comparado con el Acero, demostramos cómo un sistema de protección contra incendios BlazeMaster® puede ahorrar hasta un 30% en costos en comparación con una solución completamente de acero (dependiendo de la estructura del edificio y la cantidad utilizada) gracias a estos cuatro factores:

• Las instalaciones de CPVC son más rápidas y fáciles de completar, lo que ahorra tiempo y recursos sustanciales.
• Los costos de los materiales de CPVC son más bajos y estables que el acero.
• En comparación con el acero, el CPVC permite reparaciones más rápidas y sencillas, requiere un mantenimiento mucho menos continuo, lo que ahorra costos técnicos y de materiales.
• Las tuberías de CPVC requieren diámetros de tubería más pequeños que el acero para el mismo flujo hidráulico, lo que reduce los costos generales del material.

2.    El CPVC es más fácil de instalar

La tubería de acero es pesada, rígida y requiere herramientas especiales; además, para maniobrar en un lugar de trabajo se necesitan equipos especiales y dos o más instaladores. A menudo el material es demasiado rígido para maniobrar a través de espacios reducidos e instalarse en áreas difíciles de alcanzar, y requiere máquinas para soldar y de roscado que resultan ruidosas.

En resumen, la instalación del sistema contra incendios de acero implica más instaladores, maquinaria costosa, permisos costosos de trabajo, prefabricación y ocupaciones de vacantes de los locales.

Por otro lado, la tubería de CPVC pesa menos, es flexible y se une mediante un proceso rápido de cemento solvente de un solo paso. En comparación con el acero, un sistema de rociadores contra incendios de CPVC da como resultado:

• Una instalación más limpia y silenciosa.
• Sólo un contratista de instalación en lugar de múltiples contratistas.
• Fabricación en el lugar, incluso en espacios reducidos.
• No es necesario desalojar a los inquilinos del edificio.

3.    El CPVC resiste la corrosión

Los sistemas de tuberías de acero en cualquier aplicación, incluyendo los sistemas de rociadores contra incendios, son susceptibles a la corrosión. La corrosión degrada el interior de una tubería, lo que crea más fricción a lo largo de su superficie y, en última instancia, frena el flujo de agua.

De hecho, VdS, una firma alemana de seguridad contra incendios encontró que el 73% de los sistemas de acero seco tienen problemas de corrosión significativos a los 12.5 años y el 35% de los sistemas húmedos tienen problemas de corrosión significativos después de 25 años. Sin embargo, estos daños pueden presentarse “tan sólo a dos años después de la instalación.”

Las tuberías de acero también son susceptibles a la incrustación, que ocurre cuando los minerales disueltos caen del agua y se adhieren a la pared de la tubería, a menudo cerca de conexiones y esquinas. A medida que esta incrustación se acumula, puede limitar o bloquear completamente el flujo de agua.

El CPVC resiste la corrosión y la incrustación hasta por 50 años de vida útil. Cuando se trata de un sistema de rociadores contra incendios de larga duración y confiable, las tuberías de CPVC son una opción más fuerte que el acero.

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Para una comparación más profunda de estos materiales, descarga de forma gratuita nuestra Guía de Protección Comercial Contra Incendios de CPVC Comparado con Acero: ¿Cuál es la Mejor Opción para Sistemas Comerciales de Protección Contra Incendios