Los propietarios, instaladores y constructores de edificios enfrentan muchos desafíos cuando trabajan en remodelaciones de gran altura: molestias para los residentes, altos costos de instalación, retrasos en la obra y falla de los materiales, por mencionar algunos.
Hoy queremos hablar específicamente de los sistemas de protección contra incendios, ya que el CPVC supera al acero en las áreas de costo, instalación y durabilidad, permitiendo una instalación rápida, segura y accesible de los rociadores. A continuación compartimos los beneficios que como propietario o instalador no puedes pasar por alto.
La primera ventaja de usar tuberías de CPVC en residencias en condominios verticales es que no necesitas empleados o equipos adicionales para instalarlas, detalle que te ahorrará muchos gastos en recursos. El proceso de unión es muy sencillo y se realiza en unos minutos; normalmente, el CPVC se une con cemento solvente, por lo que no necesitas usar temperatura y calor para soldar los tubos como lo harías tradicionalmente con el acero.
El policloruro de vinilo clorado (CPVC) es liviano. Si necesitas instalar tu sistema contra incendios en áreas de difícil acceso dentro del proyecto, podrás hacerlo con mayor facilidad y sin tener un equipo grande. El CPVC puede instalarse en áreas casi imposibles para las tuberías de acero, y no hay necesidad de recurrir a equipos especiales de aparejo para transportar material pesado a través de tu sitio de trabajo.
Al igual que sucede en todos los proyectos, es posible que te enfrentes con alteraciones a lo largo de la línea. En este sentido, la tubería de CPVC de la marca BlazeMaster® te permite realizar ajustes directamente in situ mediante el uso de herramientas manuales simples para cortar la tubería a la medida exacta que la necesitas. Los sistemas de acero, por otro lado, requieren que muevas parte de la tubería y vuelvas a hacer la configuración en el suelo.
Esto significa que la instalación del CPVC versus el acero:
“Es más fácil maniobrar en el lugar de trabajo; especialmente en una remodelación es más rápido y fácil de limpiar. No hay suciedad en el techo ni en las paredes porque, a diferencia del acero, no se necesitan dispositivos para cortar como el aceite o de roscado. La tubería y las conexiones se unen rápida y cuidadosamente con un sistema de unión de cemento solvente.”
─ Milton Crosswy, Presidente de Affordable Fire Protection, Inc.
Con el CPVC puedes realizar mejoras en tu edificio con una interrupción mínima para los residentes. A diferencia del acero, el CPVC puede instalarse sin evacuar el edificio. En un edificio de gran altura con muchos inquilinos, esta es una gran ventaja para no causarles inconvenientes.
Elegir este termoplástico también minimiza las molestias por culpa del ruido. A diferencia del acero, el CPVC no requiere equipos de corte o soldadura, ni máquinas roscadoras que generan mucho ruido. La velocidad de instalación también implica que los pasillos estarán despejados más rápido que con un equipo para instalar un sistema de rociadores contra incendios fabricado con acero.
Los gastos generales en herramientas, materiales y tiempo son menores, lo que se traduce en ahorros a corto plazo. Además, el precio del CPVC en el mercado es más que el del metal.
➡️ Podría interesarte: Ventajas de costos de CPVC para arquitectos.
Además de los ahorros a corto plazo, a largo plazo este material ofrece beneficios para ti y para tus clientes, ya que:
Si tienes preguntas sobre la instalación de un sistema de protección contra incendios de CPVC en tu próximo proyecto de instalación o remodelación, contacta hoy a un experto en BlazeMaster®.