Al igual que muchos campus en todo el país, el Colegio Benedictino en Atchison, Kansas (aproximadamente una hora al norte de Kansas City), no hace mucho tiempo se encontraba en necesidad de vivienda estudiantil adicional debido a un aumento en su población estudiantil. La administración primero dirigió su atención a su antiguo Freshman Hall (ahora llamado Ferrell Hall), que había permanecido vacío desde la década de 1970.
El edificio, que fue construido en 1893, originalmente sirvió como monasterio, hogar de los monjes que vivían allí. Años de abandono, combinados con un techo que tenía muchas fugas y que se había derrumbado en algunas áreas, habían cobrado su precio en la salón, que ahora requería una renovación completa antes de poder ser habitada nuevamente. Además, los códigos actuales exigían que el edificio tuviera rociadores antes de que los estudiantes pudieran mudarse.
J.E. Dunn Construction Company fue contratada para actuar como contratista general para la renovación.
"Sabíamos que este sería un proyecto desafiante", explicó Jeff Kleinschmidt, gerente de proyectos de J.E. Dunn. "En el campanario, el techo realmente se había derrumbado y el 10-15 por ciento del salón sufrió graves daños por agua. En parte debido al gran costo para reparar el techo, esto se convirtió en un proyecto de $7 millones para nosotros."
El deseo de mantener la arquitectura histórica del edificio complicó los trabajos de renovación. Y, como es el caso con la mayoría de las universidades privadas, la administración expresó preocupación desde el principio sobre apegarse a un presupuesto muy ajustado.
"Tras el proceso de licitación, al adjudicatario, National Fire Suppression
(una división de Western States Fire Protection), se le pidió que recomendara formas en las que pudiéramos reducir los costos de protección contra incendios", señaló Kleinschmidt." Recomendaron la instalación de un sistema de CPVC de BlazeMaster®, no solo por razones de costos, sino también porque podría adaptarse mejor a los espacios estrechos y desiguales de este edificio tan antiguo."
El propio Kleinschmidt, sin embargo, no estaba familiarizado con el CPVC como alternativa a los sistemas metálicos tradicionales. "Mi mayor preocupación fue verificar que cumpliría con los requisitos del código local y que la autoridad local estuviera complacida con eso", dijo Kleinschmidt. "Pero resultó que nadie tenía ningún problema con el CPVC. La ciudad autorizó su uso y no hubo objeciones por parte del Jefe de Bomberos del Estado. La universidad incluso verificó con su compañía de seguros para asegurarse de que todo estuviera aprobado y cubierto."
Kleinschmidt describe la instalación del sistema BlazeMaster como rápida y flexible. "Creo que al usar el CPVC probablemente evitamos los problemas de conflicto por encima del techo de los cuales ni siquiera estábamos conscientes ", dijo.
Craig Barulich, representante de ventas de National Fire Suppression / Western States, está de acuerdo. "No hay absolutamente ninguna manera en la que pudiéramos haber hecho lo que hicimos con un sistema de metal", señaló Barulich. "Nos pidieron que dejáramos toda la arquitectura original en su lugar. Eso significaba trabajar dentro de espacios muy reducidos y en paredes que a menudo no eran paralelas. La flexibilidad de la tubería de CPVC era esencial. No tuvimos que volver a hacer o cambiar nada de la estructura existente."
Hoy, basado en su experiencia en el Colegio Benedictino, Kleinschmidt es un partidario del CPVC. "Siempre que hay un edificio existente, especialmente uno más antiguo, parece haber una ventaja en el uso de CPVC", comentó Kleinschmidt.
"Con un proyecto de renovación, hay muchos factores desconocidos. Nunca se sabe lo que encontrará detrás de las paredes. Eso es un desafío con un sistema de metal que requiere que la tubería sea prefabricada fuera del sitio. Con el sistema BlazeMaster, pudieron cortar y ensamblar en el campo y hacer los cambios necesarios de último momento. Además, evitamos todo el desorden asociado con una instalación de metal."
Dado que los sistemas de rociadores contra incendios de CPVC de BlazeMaster se instalan utilizando un sistema de unión de cemento solvente de un solo paso, no hay operaciones de soldadura complicadas que requieran mucho tiempo. Y como las antorchas no son necesarias para instalar un sistema de CPVC, existe un beneficio de seguridad adicional que elimina el riesgo de un incendio accidental. Por estas y otras razones, los sistemas de rociadores contra incendios de CPVC de BlazeMaster están listados para más aplicaciones que cualquier otro sistema no metálico.
Barulich señala que la selección de un sistema de CPVC de BlazeMaster sobre el metal también resulta en una instalación más rentable. Debido a que el sistema es más rápido y más fácil de instalar, los propietarios obtienen grandes ahorros en mano de obra. Y la tubería de CPVC también es más liviana, lo que facilita el traslado al lugar de trabajo.
"Encontramos que muchas veces una empresa de ingeniería puede especificar inicialmente un sistema de rociadores contra incendios de metal", dijo Barulich. "Luego les mostramos el ahorro de costos, junto con los beneficios adicionales, y la mayoría de las veces están convencidos de cambiar".
En el caso del Colegio Benedictino, esa decisión dio sus frutos. Los gastos fueron minimizados. Y lo que es más importante, se preservaron la hermosa arquitectura y el encanto de la estructura original. Como resultado, en 2002, la universidad y su recién restaurado Ferrell Hall recibieron un Premio a la Excelencia de la Alianza de Preservación de Kansas. El Colegio Benedictino también recibió una Mención Honorífica en la edición 2002 de Education Showcase para la revista College Planning & Management.
"No sé cómo podríamos haber cumplido con las demandas de este proyecto sin la alternativa del CPVC de BlazeMaster", dijo Barulich.
Para obtener más información sobre el uso del CPVC de BlazeMaster para su próxima instalación de rociadores contra incendios o proyecto de reacondicionamiento, comuníquese hoy mismo con un asesor de sistemas de tuberías.